Por JD Romero
El -relativamente- hace poco fallecido John Singleton (1968-2019) pasó de estudiar cine en el sur de California como tantos otros jóvenes a dirigir vídeos para Michael Jackson y ser considerado algo así como el nuevo Spike Lee.
Y la cosa es que un prematuro Singleton fue capaz de llevar adelante una película como «Los chicos del barrio», clásico de culto de las ghetto movies y cinta protagonizada por Ice Cube, Cuba Gooding Jr. y Laurence Fishburne, entre otros.
De la universidad a dirigir para Michael Jackson
Su habilidad para contar la típica historia del ghetto pero sin recurrir a convencionalismos (ni a trucos lacrimógenos vacíos) hizo que los productores pronto le dieran el voto de confianza y el californiano acabara con una filmografía decentísima.
Y de esa etapa prematura (por llamarla de alguna manera) de Singleton nos quedamos -aparte de con la anteriormente mencionada- con «Semillas de rencor», o «Higher Learning» en su título original.
Con un reparto tan estelar como acertado y coherente, el director narra la historia de como varios estudiantes de diferentes razas, clases sociales e ideologías deben convivir en un campus e intentar que todo se lleve en paz.
La cosa es que hay afroamericanos, neonazis, homosexuales, lesbianas y toda la representación habitual de la sociedad, pero en un lugar reducido. Como os podéis imaginar no todo será tan sencillo.
La representación del ecosistema universitario estadounidense
Con un estilo sobrio y con menos tics y costumbrismos que Spike Lee (aunque se notan sus influencias), Singleton va hilando y construyendo unas relaciones sociales bastante bien perfiladas que crearán tanto amistades como enemistades y ese será el gérmen de una explosión.
Al igual que en «Haz lo que debas», un micromundo que se sustenta por los pelos y que puede desembocar en cualquier cosa de un momento a otro.
«Semillas de rencor» es una película valiente (sobre todo cuando narra la captación de adeptos por parte de los nazis) y honesta en la que quizás uno no se espera lo que está por llegar. Una buena dirección y banda sonora (entre el soul de Curtis Mayfield y el rap de Ice Cube) y un reparto que encaja como un puzzle perfecto para una cinta que crece con cada nuevo visionado.
No es la mejor película de la historia pero si una muy digna, respetable, entretenida y llena de niveles y mensajes.
Fuente: The Medizine
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