James Dewitt Yancey, mejor conocido como J Dilla, productor musical natal de Detroit reconocido por muchos como uno de los talentos más fascinantes que ha entregado el Hip-Hop. Fallecido en 07 febrero de 2006, la obra de Dilla es cada vez más extensa debido a la gran cantidad de material inédito que habría dejado, la mayoría administrado hoy por su familia, y el resto reeditada, por diferentes sellos discográficos, medios, DJS y fanáticos. El talento de Dilla en gran medida provenía del acercamiento de su familia a la música. Su madre fue alguna vez cantante de ópera y su padre un músico vinculado al jazz y distintas formas de la música negra. De hay obsesión por las máquinas de ritmos, la búsqueda de sonidos y samples en un tratamiento sobresaliente a la hora de secuenciar y producir ritmos, siempre considerando lo más fino de la órbita entre jazz-soul-funk, estas fueron algunas de las habilidades que Dilla desarrolló durante su carrera, truncada solo por una invasiva enfermedad sanguínea que lo debilitaría hasta llevarlo a la muerte.
Las producciones de Dilla brillan aún en discos hoy considerados clásicos de artistas como De La Soul, Common, Q-Tip, A Tribe Called Quest, The Pharcyde y Erykah Badu, entre otros, además de por cierto Slum Village, uno de sus obras inaugurales, fundado junto a sus amigos Baatin y T3, que hasta el día de hoy trata de sacar a flote el proyecto. Yancey en paralelo a su trabajo para otros artistas, firmó discos solistas de impecable factura.
En su último cumpleaños (numero 32) uno de sus discos emblemas, un disco-testamento que justifica una vida y salva unas cuantas más: Donuts llegaba a la luz pública y tres días después se conoció la devastadora noticia, esa que golpeo de manera abrumadora y descomunal el género. Un disco que confeccionó en el hospital mientras padecía de su enfermedad, gracias a algunos de sus amigos de Stones Throw; ya que estos se acercaron donde James y le dejaron un Roland Boss SP-303 sampler y un tocadiscos especial para 45 RPM con el objetivo que el genio continuara su legado, aun así estando hospitalizado. Dilla completó 29 de las 31 canciones desde allí y finiquitando tal obra, le mencionó a su madre Ma Dukes que el nombre del LP era una dedicatoria a esas pequeñas rosquillas que tanto le habían gustado en toda su vida y para ser más exactos, Ma Dukes también cuenta que: una semana antes de morir me pidió que le comprase una caja.
0 Comentarios
Danos tu opinión